CONCEPTO
Definimos un producto como cualquier cosa que se puede ofrecer a un mercado para su atención, adquisición, uso o consumo, y que podría satisfacer un deseo o una necesidad.
Los productos no sólo son bienes
tangibles, también son intangibles. En una definición amplia, los productos incluyen
objetos físicos, servicios, eventos, personas, lugares, organizaciones, ideas o
mezclas de ellos.
Debido a su creciente importancia para la economía mundial, ponemos especial atención a los servicios. Los servicios son una forma de producto que consiste en actividades, beneficios o satisfacciones que se ofrecen en venta, y que son esencialmente intangibles y no tienen como resultado la propiedad de algo.
Algunos ejemplos son los servicios
bancarios, los hoteles, las aerolíneas, el comercio detallista, la elaboración
de declaraciones de impuestos, y el mantenimiento y la reparación para el
hogar.
En
marketing necesitamos una definición más amplia de producto para indicar que
los clientes no compran en realidad un conjunto de atributos, sino más bien de
beneficios que satisfacen sus necesidades.
Un producto es un conjunto de
atributos tangibles e intangibles que abarcan empaque, color, precio, calidad y
marca, además del servicio y la reputación del vendedor; el producto puede ser
un bien, un servicio, un lugar, una persona o una idea. En esencia, pues, los
clientes compran mucho más que un conjunto de atributos cuando adquieren un
producto: compran satisfacción en la forma de los beneficios que esperan
recibir del producto.